Guadalmedina 2018-2020 [COVID-19]

COVID-19

Las cosas han cambiado…

Bajo la presencia de la naturaleza

… por suerte otras no, porque seguiremos hablando de ‘ella’, de los beneficios que nos aporta. Es más que una obviedad, es la sensación de añoranza de algo que nos conecta con nuestro ser. Ahora mismo la ciudad y sus edificios nos confinan, sin la vida hacia el espacio exterior se convierte en un organismo casi muerto, embotado, esclerotizado.

En sitios como Málaga esta situación es especialmente evidente, ya que los referentes paisajísticos territoriales son muy potentes. El Mediterráneo y los Montes de Málaga nos hacen recordar la presencia de ambientes menos transformados. Son espacios en los que lo natural, lo vivo, aportan el valor de referencia, el de la familiaridad compartida en un destino común bajo el cielo, un cielo en el que cada día sale y se pone el sol.

Volviendo a Málaga, entre el Mar y los Montes, atravesando su corazón se encuentra el río Guadalmedina. En su tramo urbano es una ancha canalización. Para los que no son de Málaga conviene aclarar que el río tiene el aspecto de un cauce seco, aunque no por ello está ausente de agua. En los regímenes hídricos mediterráneos es normal contar con cursos intermitentes. Curiosamente en su hidrónimo -de origen andalusí- se enfatiza la vinculación con el asentamiento [guadi-, wadi, o ouadi, con un significado más propio de valle que de río, como se ha dicho puede llevar agua o no; y medina, ciudad, resultando algo como el ‘valle de la ciudad’].

A finales de la primavera de 2018 nos propusimos tomar una imagen desde el punto medio del Puente de la Goleta. Nunca hubiésemos pensado que celebrar la presencia viva de la naturaleza cobrase tanta importancia. En todo caso la tarea era sencilla, bastante ingenua, tomar una foto desde un mismo sitio, a cada paso por él, con un cutre smartphone. Cómodo, rápido…, simple.

Desgraciadamente después de 800 tomas durante dos años y medio, el azaroso mundo del almacenamiento digital quiso prescindir de dos tercios del archivo. Hemos podido rescatar algo -apenas 74 imágenes- localizadas en diferentes nubes y carpetas compartidas. Ese ‘algo’ probablemente cuente más en este estado de alarma-confinamiento.

Siempre nos ha hastiado la absurda confrontación entre naturaleza y cultura. Nunca antes habíamos sentido con tanta angustia la necesidad de reconectar con lo vivo, con lo que nos hace recordar que somos una minúscula parte de un organismo mayor.

Es nuestra intención que en el futuro esta tarea se mantenga ‘viva’ a pesar de este inicio tan desafortunado. En este momento sólo cabe pensar en el ahora.

21 de abril de 2020

Bonus:

Esto es un ‘sketchscape’ desde el espacio del confinamiento, está la ventana del terral, la cortina hiponoética… y nuestra resiliente máxima, nuestra Xoubi.